Blogger Template by Blogcrowds.

HOY NO DESCANSO EN PAZ

Hoy he querido morir, otra vez, pero en esta ocasión no sentía lástima de mi mismo, ni miedo, ni tan siquiera me temblaban las piernas, hoy sentía un gran alivio.
Mi pecho ha crujido, un sonido seco de esternón y costillas desquebrajadas por ceder oxigeno hasta tal punto que he levitado unos milímetros del suelo. Sólo entonces uno es capaz de darse cuenta del coraje y el valor que tienen los hombres y mujeres capaces de decidir cuándo terminar con su vida porque no soportan la condena de seguir existiendo.
Debe ser una sensación similar a lo que puede sentir el torero antes de comenzar una faena, sabiendo que esta vez el toro ganará la partida.
Algunos califican esta sensación de sublime, y quizás tengan razón.
Por desgracia hoy sigo escribiendo.


Un asta fría
e implacable
se adueña de mi ser
fundando de amapolas
un campo
en mis adentros
que florece
a borbotones.
Alimento
son ya
mi ocre
piel superficial
y sus entrañas
de vacío,
el alivio
por fin da paso
a la calma,
y con ella
lágrimas
de tranquilidad.

Mis últimas palabras de arrepentimiento: -¡Te amo!

0 Comments:

Post a Comment



Entrada más reciente Entrada antigua Inicio