Hoy una sensación extraña invadía nuestros ojos, estábamos los tres, los de siempre; no nos atrevíamos a mirarnos directamente a los ojos, no aguantábamos los recuerdos que se posaban en nuestras postradas pupilas compungidas…
Últimas risas que no saben igual que sabían, han pasado muchos años y ya no somos los que fuimos.
El destino nos ha brindado una última luna llena, cohibida, como nosotros, por la melancolía y su tinte amarillo; no hemos hablado demasiado aunque teníamos cosas que decirnos, que recordar, que prometer...sólo hemos querido estar.
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