Y sólo queda resignarse,
caminar por las mismas calles,
ver a la misma gente,
fantasaer con que todo termine cuanto antes.
Defender a Bukowski porque ahora sé
que fue
una víctima de un engaño
que jamás superó,
la ira le sirvió como inspiración
el resto de su vida.
Al igual que él...
¡Nash ha vuelto!