Las verdades aflorarán en el futuro
como plumas de afiladas puntas
desestabilizando lo vivido
y su presente.
¡Ay de aquel que olvida sin saber
que sólo lo que da
es suyo para siempre!
pues cuando azote el temporal
en años posteriores
tendrá que echar
la vista atrás
y cosechar
polvo de simiente.
¡Ay querida, no está permitido llorar
tarde y a deshora!
pues eso que ves
es el silencio del recuerdo
para los que ya no tienen más
que lo que entregaron
con tenacidad desde sus entrañas.
¡Ay si el olvido no fuese una
virtud desleal y reservada!
¡Ay amor mío, si nos quedase un ahora y un mañana!
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