Pequeña, ser de mi ser, sin tu aliento muero,
tu voz me da la vida que tanto ansío tener;
mis brazos están extendidos para que no toques el suelo
si caes al retar a las golondrinas en su vuelo.
La gente habla a escondidas de nosotros,
nadie cree en esto mas que tú y yo,
sonríen por inercia y pena
mientras hilan consuelos que no vendrán
porque si fracasamos no harán falta
pues muertos de nada sirven sus falsas palabras;
pero estamos los dos luchando entre muertos,
hemos hendido ya en los te quiero
Mis palabras fueron sellos de tus verdades
y me hicieron volar (literalmente) entre las nubes
para verte y confirmar lo que era necesario.
Ahora sólo queda tirar de los recuerdos
que quedaron impregnados en mi pecho,
en tu espalda, en tu cuello y en mi barba.
¡Están más vivos que nunca!
Estoy haciendo de nuevo la maleta.
Nos admiramos.
Nos adoramos.
Nos amamos.
Nos tenemos.
Ven a buscarme, donde siempre
estoy de camino,
mi corazón lleva ventaja a mis pies,
estoy llegando,
voy a buscarte, donde siempre.
Prepárame el té,
(sabes que me gusta frío)
sal de casa, coge el bus, el tren...
yo haré lo mismo.
Veremos la nieve al volver
junto a las vías del tren,
imaginaremos que vivimos ahí,
en una de esas casas alejadas de todo.
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